En medio de denuncias por fraude se realizan las elecciones en Ecuador

Izquierda Unida alerta a la comunidad internacional y a los observadores internacionales de la injustificada declaración del estado de excepción, decretada un día antes de celebrarse la jornada electoral por parte del presidente derechista ecuatoriano Daniel Noboa.

Este hecho causó indignación y suspicacia sobre una posible acción de fraude electoral, sobre todo, por tratarse de 7 estados en los cuales la candidata de izquierda Luisa González obtuvo su mayor votación en las elecciones primarias.

IU denuncia que el estado de excepción se declara curiosamente sin justificación alguna un día antes de las elecciones presidenciales con intención de interferir en el proceso. Advertimos de la posible militarización de la jornada electoral, y queremos llamar la atención de que se declara en nueve provincias de Ecuador, pero curiosamente en ocho de las cuales ganó en primera vuelta la candidata de la izquierda, Luisa González: Guayas, Los Ríos, Manabí, Orellana, Santa Elena, El Oro, Sucumbíos y Camilo Ponce Enríquez.

IU exige a la comunidad internacional máxima vigilancia

IU exige a la comunidad internacional y a los organismos multilaterales que exijan elecciones libres y con absoluta transparencia en el recuento. Así mismo, realizamos un llamamiento a la máxima vigilancia y observación en el día de mañana en Ecuador, para evitar un posible fraude y para que dentro de lo excepcional que resulta la celebración de unas elecciones presidenciales en medio del estado de sitio, las elecciones se celebren con absoluta normalidad democrática.

Desde Izquierda Unida condenamos y rechazamos la emisión del decreto ejecutivo 599 que el día antes de las elecciones suspende los derechos fundamentales a la inviolabilidad del domicilio y de correspondencia, la libertad de reunión y la restricción de la libertad de tránsito para afectar a la normalidad del proceso electoral.

Luisa González pide al Ejército y a la Policía que no interfieran en el escrutinio

En medio de la lluvia de Canuto, un pequeño pueblo en la provincia costera de Manabí, Luisa González llegó a su centro de votación rodeada de seguidores. La candidata, que busca la presidencia de Ecuador en una tensa segunda vuelta, apareció segura, sonriente, pero con el discurso afilado. González celebró las alianzas tejidas en las últimas semanas con otros partidos políticos, claves para fortalecer su candidatura. Pero no tardó en apuntar hacia su contrincante, Daniel Noboa, actual presidente y también aspirante a la reelección, quien firmó un polémico decreto de estado de excepción con toque de queda pocas horas antes de la jornada electoral.

“Decretan un estado de excepción cuando los partidos políticos estaremos en los centros de cómputo recibiendo actas. Es una forma de obligarnos a no movilizarnos”, denunció con tono molesto. Pidió a las Fuerzas Armadas y a la Policía que garanticen la democracia, que protejan a los ciudadanos y no interfieran en el conteo de votos. Y, como la noche del sábado, lanzó una grave acusación al asegurar que cuenta con reportes de la Inteligencia del Estado sobre un intento por “sembrar actas marcadas” a su favor, lo permitiría a su adversario denunciar un fraude.