Vicky Dávila, fiel escudera del uribismo, utiliza libertad de prensa para golpe de estado

Resultan demasiado eviedentes, reiterativos e infundados, los constantes ataques de Vicky Dávila y la Revista Semana en contra del Gobierno del Presidente Gustavo Petro, amparada, según la señora de Gnecco, en el llamado respeto a la libertad de prensa.
VICKY DÁVILA FUE CONDENADA POR DAÑAR UN BUEN NOMBRE, SU CONDUCTA ES REINCIDENTE.
Recordemos que señora Dávila de Gnecco, está acostumbrada a este tipo de conductas reincidentes, fue condenada por el Tribunal Superior de Bogotá a a pagar una millonaria indemnización al coronel (r) Jorge Hilario Estupiñán Carvajal y a tres miembros de su familia por atentar contra su buen nombre, sin ninguna clase de pruebas.
El tribunal argumentó en su fallo que la emisora y la comunicadora son responsables de dañar el buen nombre del uniformado luego de haberlo involucrado, sin pruebas, en un caso de corrupción de un contrato realizado en el año 2013, que desencadenó en el despido del coronel de la Policía Nacional.
Dávila y RCN deberán pagar $165 millones al coronel y a su familia, discriminados de la siguiente forma: al coronel deberán indemnizarle con $60 millones y a su esposa y a sus dos hijos, con $35 millones a cada uno.
HISTORIA DE UNA CAMPAÑA DE DESPRESTIGIO CON FINES GOLPISTAS
El inicio de la campaña golpista, del señalado medio ultraderechista, comenzó con las declaraciones de Day Vasquez, exesposa de Nicolás Petro, hijo del presidente, a quien acusó de recibir dineros no reportados a la campaña presidencial, aspecto que todavía no es claro, ni existen avances significativos en la investigación, lo que con lleva a pensar que han sido más intentones infames de generar caos y tratar de provocar supuestas crisis políticas.
El segundo ataque golpista, se produjo con las famosas «chuzadas a la niñera» de Laura Sarabia, las cuales quisieron inculpar al gobierno sin lograr semejante despropósito.
El tercer ataque infame de la heredera del «Clan Gnecco», fueron los recientes audios de Benedetti, donde el exembajador dice que se gastó 15.000 millones en la campaña presidencial, hecho que desmintió el mismo Benedetti, pero cuya tendencia, fue intentar confundir a la opinión pública sobre la procedencia de dineros ilegales a la campaña presidencial, permitiendo a su vez; el show mediático que aprovecharon «Fico» Gutierrez y Polo Polo para tomar un segundo aire político, confirmando, que, el principal foco de los ataques es enlodar la campaña presidencial para deslegitimar al gobierno, y producir un ambiente de inestabilidad golpista.
La cuarta jugadita de la Dávila, en vista que nada le sale, fue inventarse ahora un testigo anónimo como fuente de su información, sin embargo, llama poderosamente la atención que este testigo, antes de acudir a la fiscalía con las pruebas e interponer la correspondiente denuncia penal, se dirige a la directora de Semana para denunciar que no eran 7.000 dólares el monto del robo de la niñera, sino que eran cinco maletas que contenían 3.000 millones de pesos y que ese dinero pertenecía no a Laura Sarabia sino al presidente Gustavo Petro.
De lo anterior se colige, que todos los chismes inventados por Semana, tratan sobre maletas de dinero y de dineros allegados a la campaña presidencial de forma ilegal, pues resulta la manera más fácil de desacreditar al gobierno, e impulsar, un golpe de estado de forma abierta e inminente.
Lo cierto es, que en cada nuevo audio o versión de testimonios falsos utilizados por Dávila contra el presidente Gustavo Petro, se nota el desespero y la ansiedad desmedida de producir un ambiente propicio para un «Golpe de Estado» apoyado por sectores oscuros de la ultraderecha colombiana, cuya proporcionalidad, en el peor de los casos; es evitar que Petro presente su terna de candidatos a la fiscalía, otro de los ocultos y malvados propósitos de los ultraderechistas.
Son supuestas informaciones que resultan todas falsas, pero amparadas en la mal usada «Libertad de Prensa», les sirven para atacar, desprestigiar y mal informar a un sector de la opinión pública.
A través de comunicado de prensa, el presidente Gustavo Petro se refierió a las denuncias mal intencionadas de la Revista Semana.
El presidente de los colombianos manifestó: “Nunca en mi existencia he siquiera visto la cantidad de dinero que afirma una fuente anónima y que utiliza la periodista Vicky Dávila para una publicación en la revista Semana. Por lo tanto, son falsas las afirmaciones entregadas por una supuesta fuente que no se identifica, en las que se me relaciona con altas sumas de dinero en efectivo. Estas afirmaciones, que son difíciles de acreditar debido a su carácter anónimo, tienen un ánimo difamatorio”,